La política internacional se reconfigura constantemente y Argentina no queda al margen de este tablero. Para reflexionar sobre cómo se insertan las políticas de Estado que ha tomado el gobierno de Javier Milei, dialogamos con el periodista y analista internacional de Radio Gráfica, Gabriel Fernández.
Un análisis ligero pero profundo sobre el panorama actual es el que nos permitió Gabriel Fernández, quien inicialmente anticipó “la Argentina ha tomado el camino exactamente inverso al que necesitaba, pero además ha tomado un camino inverso a su propia historia”.
El gobierno nacional, entre algunas de las decisiones que tomó fue la salida del grupo BRICS, alianza que tiene como objetivo promover la cooperación económica y política entre países miembros, y que el periodista destacó que esta en crecimiento.
“Milei pretende que el presente sigue situado hace 30 años atrás, es decir, hegemonía norteamericana con respaldo europeo”. Gabriel Fernández que esto se ha modificado incluso a nivel interno de estos países.
Señaló también la crisis en países como Alemania, Francia, Gran Bretaña e incluso Estados Unidos “Argentina ha resuelto apoyar a los países que están en baja. Por supuesto que la decadencia es lenta” y a esto sumo que hay números favorables para las economías multipolares, no tanto así para las economías occidentales tradicionales.
Latinoamérica está actualmente dialogando para vincularse con organismos multipolares “para tener comercio adecuado, inversiones adecuadas y respaldos financieros adecuados”. La “triada” que encabezaba esta impronta, era Brasil, México y Argentina, no obstante, el rumbo elegido es otro.
“¿Qué necesita Argentina? Según su propia filosofía y sus intereses tomar el camino andino, sanmartiniano” señaló Fernández, quien agregó en la importancia de reforzar el Mercosur, el Unasur y la soberanía de Antártida, emulando a los análisis que realizó Juan Domingo Perón y que poseen sintonía con el viraje internacional de toda la región y el mundo.
Con preocupación, advirtió que Argentina no puede estancarse a las economías unipolares como las europeas o USA “va a caer junto con las economías europeas y va a colaborar con los proyectos bélicos, económicos y financieros”.
