La psicóloga, militante por los Derechos Humanos y la salud mental, analiza las nuevas formas de crueldad que trajo el actual gobierno nacional. También cree en la ternura colectiva, política, transformadora, como forma de reparación.
“Está claro que la motosierra venía por los derechos y las políticas públicas que a lo largo de todos estos años, con un gran esfuerzo y participación, se habían implementado para los que siempre estuvieron excluidos: las mujeres, los pueblos originarios, las diversidades. Por eso han atacado fundamentalmente a los organismos de derechos humanos y también a la secretaría de la Mujer. Venían por eso, no por la famosa casta”. Así explica Norma Aubone, psicóloga, integrante del equipo de acompañamiento a testigos en los Juicios de Lesa Humanidad que se realizaron en la provincia, algunas decisiones del gobierno de Javier Milei. En diálogo con el programa Estamos a favor, expresó su preocupación por el vaciamiento de las políticas de memoria y justicia.
Para Norma Aubone, “es importante que nos hagamos cargo de que ha habido una falencia seria a la hora de nombrar, esclarecer, señalar; porque no basta con la conquista de los derechos o el reconocimiento de una verdad histórica. Que nosotros tengamos que explicar ahora la importancia de esos logros es porque hubo una falla a nivel comunicacional. Es una responsabilidad del Estado, pero también de todos nosotros que hemos defendido esos espacios y no hemos sabido nombrar la promoción humana, lo colectivo como el pilar fundamental para la salud mental. Ahora lo colectivo, lo grupal, lo que busca el bien común es señalado y estigmatizado en una promoción al individualismo con una vertiente muy cruel”.
Según la psicóloga, esta crisis cuyo emergente es hoy Milei “no es de ahora, viene calando fuerte desde hace mucho tiempo. No nos llega un Milei del cielo, es un emergente, resultante de una multiplicidad de factores que ya vienen operando en nuestra sociedad”. Desde una mirada genealógica, la Norma Aubone coincidió con el equipo de La Lechuza en que puede encontrarse una línea de relación hacia la última dictadura cívico militar: “son los mismos personeros de siempre, ahora con el uso de las nuevas tecnologías mediáticas y de comunicación, los que ejercen una nueva forma de crueldad que tiene mucho que ver con aquella. Antes eran las desapariciones; hoy desaparecen personas del mapa sin ser nombradas, se los echa de sus trabajos sin aviso o sin decirles por qué se los echa, transformándolos simplemente en un número y con una apología de las personas que son eliminadas de sus lugares de inclusión en la sociedad”.
En alusión a la zona sísmica en la que vivimos, la psicóloga dice que “esto nos afeca como un terremoto: van a caer muchos pilares y la reconstrucción a nivel humano y cultural será posible en la medida en que sigamos armando bases sólidas desde la solidaridad, desde el compromiso, desde la humanización y desde una reconstrucción cultural que es lo que ha estado para mí agujereado”. En ese sentido, Norma Aubone explica que precisamente la crueldad “viene de lo más crudo, de apelar con el discurso a aquello más primario y más crudo que tenemos en nuestra condición humana, que es la hostilidad hacia el otro. La cultura es lo que permite hacer, con eso crudo, un trabajo de elaboración, de procesamiento, de transformación para hacer algo cocido, algo para alimentarnos, para gratificarnos, para disfrutarnos. Esa es la cultura del amor, de la ternura, de la relación con el otro, de la posibilidad de producción con otros, no sin otros”.
Con la crueldad como marca de estos tiempos, para Norma es posible un trabajo de reparación: “me parece que el trabajo permanente no solo es de una ternura colectiva, de una ternura política, de una ternura transformadora, sino de un esclarecimiento continuo. Porque la naturalización es fruto de un disciplinamiento social que se está dando y que lleva a la indiferencia por el dolor ajeno y esto sí rompe todas las posibilidades de una red de sostén, que es lo mínimo que necesitamos para reconstruir nuestra identidad, que también ha sido atacada”.
