El 11 de Septiembre se cumplió un nuevo aniversario del derrocamiento del presidente Salvador Allende y su muerte, dándose inicio a una cruenta Dictadura. Sobre este hecho y el homenaje realizado, dialogamos con el chileno Bastian Gatica, nieto de ex presos políticos y militante.
El Plan Condor hizo su recorrido en Latinoamérica imponiendo Golpes militares y planes económicos. Chile no fue la excepción, y con la dirigencia de Augusto Pinochet, se llevó a cabo la irrupción en la Casa de la Moneda, donde el presidente democrático Salvador Allende brindó su último discurso. El discurso pudo ser transmitido y quedó grabado no solo en el archivo, sino en la historia constitutiva de la región.
Las características fueron similares a las que se vivieron en nuestro país: censura, persecuciones, desapariciones, asesinatos, prohibición del ejercicio político, y un modelo económico de carácter liberal. La diferencia principal, fue que duró nada menos que 17 años.
Y, por otro lado, a diferencia de las políticas de derechos humanos y la histórica lucha de organizaciones de Derechos Humanos, fue recién a los 50 años donde se llevó a cabo un homenaje y no hubo una práctica en términos de reparación judicial “Pinochet no pisó ninguna cárcel en su vida. Falleció en su casa”.
El Gobierno de Gabriel Boric dispuso que en lo que resta del año, actividades de reflexión y se dio marcha al Plan Búsqueda, de las más de las 1700 personas que aun siguen sin aparecer “Después de Bachelet, ha sido el presidente que mayor gestión ha hecho en pro de la Memoria”.
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