Se conoció recientemente la condena que recibió el sanjuanino Patricio Pioli, por haber violentado, amenazado y difundido material intimo de su ex pareja. Esto sienta un precedente para casos similares, y aporta una serie de debates en torno al lo que significa referirnos a este tipo de violencias. Lucrecia, Activista de Ni Unx Menos conversó con La Lechuza y nos permitió esclarecer ciertas concepciones.
Una condena de 5 años es la que recibió el tatuador Patricio Pioli, quien difundió videos íntimos de su ex pareja sin su consentimiento, y la extorsionó con dicho material. Esta pena significa un hecho histórico en la materia, ya que no hay normativas al respecto, y el avance de las tecnologías y redes sociales es más veloz que la discusión de las leyes “algo muy importante es que están contemplándose todas las lesiones que se provocan a partir de dicha difusión, dándose el reconocimiento de la salud mental como un bien jurídico tutelable que es lesionable”.
En cuanto a Pioli, Lucrecia denunció que a partir de la denuncia de su ex pareja, tuvo un comportamiento violento “llegó a relatar abiertamente en radio con total impunidad como abusó de su pareja y rebeló información de la vida privada de ella, y entre otras cosas, incumplió la prisión domiciliaria”.
Victoria sostuvo que desde espacios como Ni Unx Menos se viene trabajando en acompañamientos responsables y empoderantes, por ende, que el tratamiento mediático también sea en la misma línea. En este sentido, se refirió a la expresión “Porno- venganza” y destacó que el material no es pornografía, porque esta última significa una producción de carácter sexual, que busca generar placer, pero siempre desde el consentimiento explícito de todas las partes intervinientes.
http://www.facebook.com/watch/?v=795731010888804
Otra terminología a cuestionar es la “venganza”, ya que no se trata de una situación que la víctima se merecía por haber cometido algún hecho que la generase. El aspecto de extorsión no siempre figura en este tipo de casos, no hace falta este componente para que se viralice material sin consentimiento.
No hay aún, proyectos de ley que hayan avanzado de manera superadora en la materia, y normalmente, las recomendaciones apuntan al cuidado que deberían tener las propias victimas.