La última actividad oficial de Cristina Fernández en la Casa Rosada fue la inauguración, junto al presidente boliviano Evo Morales, de una escultura del ex presidente Néstor Kirchner en el Salón de bustos de presidentes argentinos de la Casa Rosada, donde ya había hecho colocar las figuras de Héctor Cámpora y Raúl Alfonsín al principio de su gestión.
Allí destacó que su compañero fallecido en 2010 pudo “construir una nueva Argentina” aunque asumió el gobierno “con la menor cantidad de votos de la historia”, destacando “el encuentro impensable de líderes de distintas identidades” a nivel regional “que supieron ver que la historia de la región merecía un camino diferente” para decirle No al ALCA.
“Hay una agenda que desde afuera se ha escrito para la región y que pivotea sobre tres ejes: hegemonía mediática -batalla de ideas-, poder económico y partido judicial. Tenemos que comprender el momento histórico regional y mundial”.
Culminado este acto, se dirigió hacia las cientos de miles de personas apostadas desde temprano en la Plaza de Mayo: “Quiero decirles a todos que si después de estos intensos 12 años con todos los medios de comunicación hegemónicos en contra y con las principales corporaciones económicas y financieras nacionales e internacionales en contra, si después de 12 años y medio de hostigamiento permanente de lo que denomino el Partido Judicial, si después de tantos palos en la rueda e intento de golpes destituyentes podemos estar aquí, dando cuentas al pueblo, imagino que si con tantas cosas en contra, hemos hecho tantas cosas por los argentinos, cuántas podrán hacer los que tienen todos estos factores a favor”.
“Aspiro que además de más escuelas, hospitales, facultades, estudiantes, laboratorios, vacunas, jubilaciones, aumentos, paritarias, fábricas, comercios, aspiro a que tengan la misma libertad de expresión que han tenido como nunca en estos 12 años y medio. Espero una Argentina sin censuras, sin represión, más libre que nunca, porque la libertad de que hemos gozado los argentinos es la esencia de la democracia y poder expresarse a favor o en contra de un gobierno es lo más importante”, afirmó la mandataria, aclarando que se refería a “un mayor grado de democracia que alcance a los tres poderes del Estado, porque parece ser que la democracia y la libertad sólo se aplican respecto del Poder Ejecutivo”.
También se refirió a la frustrada ceremonia de traspaso, afirmando que “me hubiera gustado poder hacerlo en el Congreso, máximo órgano popular y federal de nuestro país, porque saben que he sido legisladora provincial y luego nacional antes de ser ungida presidenta. Me hubiera gustado poder hacerlo en el Congreso, pero bueno… la verdad es que he visto muchas medidas cautelares, pero en mi vida pensé que iba a ver un presidente cautelar durante 12 horas en mi país”, ironizó. “Me dolió mucho ver, en una sentencia judicial a un presidente que nadie votó. No lo merecía ningún argentino, ni el 51% que no nos votó, ni el 49% que sí”.
No obstante, aseguró, “tenemos la obligación de ser más maduros, porque nosotros amamos a la Patria profundamente, creemos en el pueblo, y en lo que hemos hecho, por esto tenemos que tener la actitud positiva para ayudar a que esas cosas no sean destruidas”.
A modo de balance, Cristina Fernández de Kirchner enumeró diferentes actores actores y sectores sociales a quienes hoy “podemos mirar a los ojos”, incluyendo a “los trabajadores y decirles nunca los traicionamos, que tuvieron paritarias”, “a los científicos, a los que volvieron y a los que se quedaron para hacer el aguante”, a los periodistas “para decirles que nunca tuvieron la libertad que tuvieron en nuestro gobierno hasta para difamar y calumniar y también muchos decir lo que piensan”, a comerciantes, empresarios, productores, universitarios, entre muchos otros.
Destacando especialmente que “dejamos esta Argentina con 119 nietos recuperados, le decimos al mundo que no necesitamos de ningún tribunal extranjero, podemos mirar a los ojos de las Madres, de las Abuelas y de HIJOS y decir que hemos dado respuesta al histórico reclamo de Memoria, Verdad y Justicia”.
“Podemos mirar a los 42 millones de argentinos, y juntos mirar el cielo para saber que ahí están orbitando los primeros dos satélites creados por los argentinos”, continuó en referencia al ARSAT I y II. “Pero también podemos mirar y escuchar el aleteo de los buitres. El desendeudamiento y la necesidad de tener autodeterminación no es ideológico es estrictamente operativo, y lo digo pensando en la economía, en el país y en todas las variables macroeconómicas y sociales”.
“Después de 12 años y medio podemos mirar a los ojos de todos los argentinos”, concluyó Cristina. “Sólo le pido a Dios una cosa: que quienes nos suceden por imperio de la voluntad popular puedan, dentro de 4 años, pararse frente a una plaza como ésta y decirles a todos los argentinos que pueden mirarlos a los ojos también. Quiero decirles que cada uno de ustedes, cada uno de los 42 millones de argentinos, tiene un dirigente adentro y que, cuando sienta que aquellos en los que confió lo traicionaron, tome su bandera y sepa que es el constructor de su vida, que lo más grande que hemos dado es el empoderamiento popular, ciudadano, de las libertades y derechos”.
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