La muerte del emblema de los empresarios cómplices de la dictadura ¿Cómo jugaba el sector empresarial en la dictadura? ¿Era posible establecer un Golpe Militar sin su apoyo?
Carlos Pedro Blaquier, abogado y empresario argentino, conocido por ser dueño de la empresa agroindustrial Ledesma, falleció impune el 14/03/2023, a los 95 años de edad, a pesar de haber sido procesado por secuestros en plena dictadura militar en la provincia de Jujuy, durante el 2012. “Eludió el juicio por las muertes y desapariciones de las que fue cómplice expresa y directamente. Sin embargo, a efectos de la sociedad, murió culpable”, señaló el abogado Roberto Scherbosky en comunicación con Radio Comunitaria La Lechuza.
Según Scherbosky, “la complicidad de empresarios de la dictadura cívico militar, no hubiese sido posible si los milicos no hubiesen apostado a la conveniencia de proteger los intereses del sector empresario en la Argentina”. Hablamos de un sector cívico de la dictadura, pero a este se le suman los fiscales y jueces, que eran cómplices y participes directos de tortura. Cómplices de hechos violatorios de derechos humanos.
Para Roberto, los objetivos de aquella etapa fálica estaban claros: “frenar el clamor popular por cambios sociales y establecer un sistema económico que beneficiara unos pocos. Para eso se persiguió, se secuestró, se torturó, se violó, se vendió niños, entre muchas atrocidades más”.
Para concluir, Roberto Scherbosky nos invita a reflexionar sobre nuestra actualidad, en la presa política, Milagros Salas, y desaparecidos en democracia como Julio López y Santiago Maldonado.
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