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La defensa del agua, el territorio y sus formas de vivir y trabajar signan la realidad de las familias campesinas de todo el país. Estas luchas se recrudecieron durante 2016, en el primer año de gestión de Mauricio Macri.
“Ha sido un año muy duro, muy difícil, y el 2017 se proyecta como un año de intensas luchas para nuestro sector, debido a que todas las políticas que desarrolló el gobierno de Macri han estado apuntadas a consolidar condiciones para el desarrollo del capital financiero en la agricultura y, por otro lado, a desmantelar las instituciones abocadas a políticas públicas en favor del campesinado y la agricultura familiar”, dijo, en diálogo con Informativo FARCO, Diego Montón, referente del Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI).
Entre las principales políticas públicas que impactaron negativamente en el campesinado, Montón enumeró la modificación por decreto de la ley que regula la tenencia de tierras por parte de extranjeros, la quita de retenciones al agro, la fuerte presión para modificar el inventario de glaciares, disputas por la reforma de la ley de bosques en Córdoba, la vuelta de la regulación del trabajo agrario a manos de las patronales y el impulso de la importación de materias primas.
En paralelo, la Secretaría de Agricultura Familiar ha sido “desmantelada”. “No ha habido ninguna política para el sector en este año (2016), están paralizadas todas las líneas de apoyo, de crédito y de asistencia técnica para el campesinado, sumado a una línea similar en el INTA, aunque como el organismo tiene cierta autonomía, todavía se han mantenido algunos programas. En este contexto, se afianzaron los conflictos de tierra, poque el empresariado se siente con un gobierno amigo y han empezado a emerger nuevamente importantes abusos en todo el país sobre comunidades campesinas-indígenas de parte de empresarios que se han querido a apropiar de tierras y territorios comunitarios”, describió el referente del MNCI. Esta situación de tensión y falta de apoyo estatal también tuvo su paralelismo en el resto del continente.
En la agenda de las organizaciones campesinas figura como punto prioritario de lucha la ley de semillas. “Va a ser otro elemento con el cual vamos a continuar porque el gobierno apunta a dejarse llevar por las presiones de Monsanto y haciendo una ley privatizando las semillas en favor de las corporaciones”, expresó. Una instancia similar atraviesa la Ley de Reparación Histórica de la Agricultura familiar.
“Estamos previendo un año de mucha lucha. El Movimiento está recorriendo muchas provincias, incluso en las que aún no hay organización”, relató a FARCO y alertó, también, sobre una creciente criminalización de la protesta.
Fuente: “Estamos previendo un año de mucha lucha”
